*Como elegir un vino para estas fiestas

A media tarde   de un sábado  de octubre   suena mi teléfono, era mi amigo Javier,  que me dice: "Mira, mañana tengo una  fiesta ¿ qué vino puedo comprar ?  Quiero quedar  bien. " 
No cabe la menor duda de que a todos nos gusta triunfar  cuando regalamos  un vino, sin embargo en muchísimos  casos  no somos capaces   de  acertar   con el vino adecuado, pero creo que estarán de acuerdo conmigo de que  si ofrecen el apropiado serán  reconocidos como los triunfadores  de ese evento.
Cuando  me hacen esa pregunta ¿qué vino llevo? siempre digo: Para recomendar o comprar un vino lo primero que tenemos  que saber es a qué tipo de comensales va  dirigido o cual va a ser  el perfil del consumidor. 
No es lo mismo un vino para una primera comunión, donde acuden familiares  y amigos  de todas las edades, condiciones, cultura y conocimientos  del vino,  que un vino  para una cena  de amigos de 25-30 años  o la misma cena para sólo hombres de 55-70 años.
Todo  esto nos lleva a una primera conclusión: conocer la edad, el sexo, y la condición del grupo para el que se va  a destinar  el vino,  es importante. Cuanta más información tengamos, mejor.
El segundo aspecto que debemos tener en cuenta son las características del evento y las condiciones en las que se va a desarrollar: la época del año, la hora, el sitio, al aire libre o en lugar cubierto, etc. No es lo mismo beber vino en invierno en un salón con la chimenea encendida, que en verano comiendo unos camarones a la orilla del mar. De  ahí la necesidad  de tener  los datos sobre la situación en la que vamos a disfrutar del vino.
Por último, y no menos importante,  debemos conocer  el menú  que se va a servir en ese acontecimiento: ¿va  ser una parrilla  de carne  o un buffet  de ensaladas? Hay bastante  diferencia ¿no creen? Pues imaginen el vino  conjugando esos tres factores:


 1º características  del   grupo.
 2º condiciones  del evento y el entorno.
 3º cualidades  gastronómicas del menú.


Debemos tener la información básica para recomendar un vino con garantías de éxito. Ya que estas combinaciones son infinitas, veamos algunos ejemplos.

a) Para una fiesta familiar, en primavera, con un menú estándar, personas de todas  las edades, amantes del vino  y otros que no, el cuñado ¡que lo sabe todo del vino!, jóvenes que lo probarán por primera vez, la abuela  que  quiere un vasito, etc. etc. En estos casos  debemos optar por un vino que yo denomino general: sencillo de beber,  atractivo en todos sus aspectos: gustativos, olfativos y visuales. Suelen ir  bien los tintos y blancos  jóvenes preferiblemente con D.O. y sin barrica.

b) El cumpleaños de un amigo de 35 años con inquietudes  por el mundo del vino. En este  caso podemos buscar un caldo con cierta personalidad,  un monovarietal tinto joven con  toque  de madera  vendría bien.


c) Una merienda  de  señoras, con sus pastas de té  y bombones, durante una fría tarde de invierno. ¿No  creen que con un malvasía dulce de Canarias la tarde les sería mucho más placentera y divertida?





Malvasía dulce  de Bodega Bermejo
Lanzarote, por ejemplo.












Quiero concluir con la siguiente  recomendación: a la hora  de comprar o aconsejar un vino para una ocasión determinada, debemos conocer las características de  los consumidores, del evento y su entorno, así como las comidas que se van a disfrutar  y, de esta manera, seguro que acertamos.





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