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Una vida de trabajo dedicada al Pan

 Estos  próximos días  2, 3 y 4  de Septiembre de 2011    se celebrará la XXVI  FERIA DE  ARTESANÍA  esta edición   lleva el  título   de  mimbres para nuevos tiempos, dentro de   esta importante feria la Asociación  Cultural Pinolere  promueve     El Premio Artesanía y Patrimonio Villa de La Orotava. Este  premio que concede el  Ayuntamiento de La Orotava a propuesta  de dicha  A.C. Pinolere   ha recaído en esta   su VIII edición  a las panaderías  artesanales y tradicionales del municipio. La finalidad  de este galardón es reconocer  públicamente la labor   de las personas e instituciones que mantienen los oficios  artesanos y  favorecen su divulgación.

Panadería   El Valle  ha sido una de las galardonadas ¿ y por  qué   estas líneas  desde  este blog ? En primer lugar  por el rico sabor  de pan que nos ofrece día tras día,  desde la antigua  Babilonia  hasta hoy el hombre ha disfrutado y también  se ha peleado por él. En segundo lugar  por una razón muy directa; llevo trabajando en esa Panadería El Valle   ( Solopan, S.L)  desde hace 25 años lo que me  ha hecho  enriquecer  mi pasión por los sabores. En ese    sentido  comentarles que también  imparto un taller  de pan y vino , digamos que curioso.
Volviendo  a la Panadería El Valle que es la protagonista  estos  días y en especial el 2 septiembre  de 2011 a las 12.00 cuando  se le hara entrega  del galardón  durante el acto inaugural  de dicha   feria.

La Panadería   que cuenta  con más de un siglo   amasando , como nos gusta  decir , es de marcado carácter familiar, pero  la verdadera artífice  es Doña Margarita González Suárez que la ha regentado  durante más de 50  años para ella mi pequeño homenaje con estas lineas.

El   texto  siguiente fue el que presente ante la Asociación Cultural Pinolere 


Una vida  de trabajo unida al pan.

Margarita   González  Suárez representa la tercera generación de panaderos,   nace en La Villa de La Orotava   a  comienzos de los años 30  ( el  27  de enero de 1933 )   en la   calle  Marqués nº 5  en  el seno de una  familia de  panaderos.  Sus padres: Francisco   González Chaves, conocido popularmente   como “Pancho el   cojo “ y   su madre Concepción Suárez Viera  emparentada con  los “rosqueteros”  , también eran panaderos disponían de un antiguo obrador en La Magnolia donde ya sus abuela  a mediados  del siglo  XIX  elabora buen pan.  En 1927  los padres  de Margarita,  Pancho  el cojo y doña  Concha   compran un solar en la calle Marqués y construyen su vivienda y un nuevo obrador en la parte trasera de  dicho inmueble.
Aquella niña    crece  entre sacos  de harina y horneadas de pan  empapándose de las buenas artes del  oficio de panaderos. Aquellos tiempos de la posguerra  eran muy duros y difíciles, todos  los miembros  de  la  familia colaboraban   en las  faenas del obrador incluso ella,  la más pequeña   de las cuatro hermanas. en aquella época  compaginaba  su estudios básicos  en la escuela   de primaria   de  La Alhondiga ( Calle Nueva)   con la ayuda  en las tareas de la  panadería.
  Los hornos eran de leña  traída  del monte,  descargar, almacenar y volver   a cargar para alimentar el fuego para las hogazas,  trabajo duro y sin descanso. La  masa   del pan se  elaboraba a mano,  así como  heñir, (dar   forma al pan) y restos  de labores , y  los repartos  en burro.
Muy joven   con apenas 19  años   se queda huérfana   de madre, y tres  años   más tarde, de padre, con 22 años ya  había perdido a sus progenitores. Continua trabajando  en la panadería bajo la tutela de sus hermanas   mayores. En  1960  se casa  con Nicolás Araque Gil. El   joven matrimonio  da un nuevo impulso a la panadería, (situada en el mismo inmueble   de sus padres 1927) se compran las primeras  máquinas y   se  moderniza el horneado  así   como los repartos adquiriendo su primer  vehículo  un  “ 4 latas “
En la década   de los sesenta   se inicia   el despegue   del lo que más tarde se sería   el  “boom turístico   del Puerto”   La Panadería el Valle, bajo  la tutela  de Margarita   abre nuevos mercados y se convierte  en proveedor de pan de los nuevos establecimientos hoteleros del  Puerto de la Cruz, entre otros  destacar el emblemático   Hotel   Taoro  al cual   le sirvió  pan en su última   etapa  hasta que en 1976   cerro sus puertas. Estos  nuevos mercados implican  algunos  cambios  en la producción se  introducen   panes  con cierto   carácter internacional  como  panes   integrales,  pan de molde, y los pequeños bollos unipersonales siendo la primera panadería  en fabricarlos por estos lares,  todo   eso sin perder  el carácter  artesano  y la elaboración  de nuestros más típicos ; pan de dos tapas , sobado  , con matalahúga , pan con chorizo perro, etc.
Esas décadas de esplendor  años  60 y 70  son de gran   desarrollo y actividad económica se  modernizan los procesos  productivos  pero  siempre  manteniendo el carácter tradicional.   A  finales de los años  setenta   y junto con su hermana   Agustina comienzan  la recuperación   de las “típicas  tortas de millo de  carnavales  “ . Hoy   podíamos  calificar  este hecho   como  un rescate etnográfico   de carácter gastronómico.

Otro hecho   destacable en la vida profesional de Margarita es su constante colaboración con los actos populares, en ese sentido, continuó la tradición  de su madre doña   Concha, que era ni más ni menos la encargada de  la elaboración del   pan del Arco de San Isidro  de las Fiestas Patronales de La Villa de La Orotava   en honor a San Isidro y Santa María   de La Cabeza.  En  1990  el Ayuntamiento de La Villa  le hizo  un  homenaje y  le entregó una placa conmemorativa por elaborar  durante más  de 25 años el pan de dicho Arco de San Isidro.
No es posible   hablar de  Margarita “la panadera” , la hija   de “Pancho el cojo”  sin mencionar las sus  tortas de manteca. Tortas que son en referente   de la confitería  tradicinal de La Villa de La Orotava. Margarita, a lo  largo  de toda su larga vida en el obrador, ha seguido elaborando con un cariño especial estas típicas tortas de La Orotava  con la antigua receta que había aprendido de su madre. ¿Cuantas de ellas habrán viajado a Alemania, Inglaterra, Venezuela, y un largo etc?
Margarita ess hoy en el  2011   un referente auténtico del buen hacer en el obrador con sus manos y su corazón, manteniendo la esencia de las panaderías de La Villa de La Orotava.

En La Villa de La Orotava    a 4   de Agosto de 2011



No podía  terminar   sin agradecer   a la Asocianón Cultural Pinolere  y al Ayuntamiento   de la Villa  de La Orotava  este premio tan especial,  así como mi felicitación al resto de panaderías: Jovita, Machado, Valladres, León, Marrero, Barroso, Los Nuñez, Santiago, Paez Mesa.
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El pan y el vino, un desarrollo paralelo: La transformación.

EL CONCEPTO
El hombre primitivo simplemente tomaba de la naturaleza los frutos que ésta le daba, pero pronto se dio cuenta, bien por instinto o bien por casualidad, que podía transformarlos.

Trigo-Harina-Pan
Uvas-Mosto-Vino

Centremos nuestra atención en la primera fase, trigo-harina; uvas-mosto. Ambas materias primas deben sufrir la aplicación de una fuerza para obtener de ellas el mayor rendimiento posible. Curiosamente el elemento empleado para ejercer la fuerza es la piedra. Piedra para prensar las uvas, y piedra para molturar los granos de trigo.

A LO LARGO DE LA HISTORIA
Fueron los egipcios, los primeros en usar dos piedras en forma de disco, compuestas en su centro por un agujero, y dispuestas éstas para moler el trigo, denominadas el rabil, siendo piedras pequeñas, una fija y otra giratoria.
Eran entonces las mujeres, las encargadas de realizar esta tarea considerada doméstica, de la cual se obtenía una harina grosera y llena de impurezas.
A lo largo de los siglos fueron surgiendo nuevos métodos de molienda, así como fueron los molinos de sangre, movidos por esclavos o por animales. Otra destacable técnica, fue el molino de agua, que a pesar de su aparición en la época romana, no fue aplicada a los molinos de trigo hasta el sigo XVI d.C.

Con la revolución industrial, y más tarde con la electricidad, las técnicas molineras avanzan.
Se produce por tanto en el siglo XIX, el abandono de la piedra como elemento básico de la molturación, dando paso al uso de rodillos de hierro y luego de acero para triturar el grano de trigo. Es entonces en 1860, cuando se inaugura la primera fábrica de harina que trabajaba con dichos rodillos en Budapest.

Rodillos de molturación
Por otra parte, el hombre también utilizó la piedra para sacar el mayor rendimiento posible a la uva.
Su uso comenzó poco después del descubrimiento del vino. De las primera prensas de torsión empleadas por los egipcios, se pasa al lagar de palanca implantado por los romanos, éste ya disponía de una gran piedra la cual ejercía la fuerza necesaria para prensar las uvas, dicha piedra tenía forma troncocónica y constaba al igual que en el caso anterior, de una perforación en el centro.
Este tipo de prensas se estuvo utilizando hasta el siglo XIX. Asimismo, durante este largo periodo, se ingeniaron otros métodos de prensar, como las prensas o lagares, compuestos por un husillo fijo en el suelo, o con dos pilares y una plataforma.

Rodillos de estrujadoras de uvas.
Otro dato comparativo y muy interesante, es que tanto del trigo como de la uva se obtiene el mismo rendimiento. Y además, a mayor rendimiento peor calidad de harina o de mosto.

100Kg. de trigo ----70-75Kg. de harina.
100Kg. de uva   ----70-75Kg. de mosto.

Por último cabe destacar, que tanto en las vinificaciones modernas como en las moliendas, el molinero o el enólogo, procesan por separado las distintas variedades de trigo/uva. Una vez terminada la transformación se realizan las distintas mezclas en función del tipo o calidad de harina deseada. Los bodegueros por su parte, practican el "coupage".
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El pan y el vino, un desarrollo paralelo: El cultivo

Sabemos que el cultivo del trigo es el más antiguo desarrollado por el hombre; sus comienzos datan de la era neolítica. En esos momentos el ser humano comienza a abandonar la actividad de la caza como fuente principal de sus recursos alimenticios e inicia una vida más sedentaria a orillas de los ríos. Se crean en ese momento los cimientos de lo que sería la agricultura primitiva.

Trilla de trigo en el antiguo Egipto
Los arqueólogos y los historiadores localizan estos primeros enclaves agrícolas en los valle de los río Tigris y  Eúfrates, los que es hoy Asia Occidental. Curiosamente el origen de la vid también se sitúa en la misma zona. Partiendo de estos valles el cultivo del trigo se expande a las orillas del Nilo. Fue la civilización egipcia el primer gran productor de trigo. Numerosos jeroglíficos nos muestran las faenas del cultivo, así como el proceso de transformación en harina y luego en pan. Debemos destacar que el reparto de los recursos le correspondía a la administración pública de la época, el Faraón.

Algo muy parecido ocurre con el cultivo de la vid. También el pueblo egipcio cultivaba la vid y elaboraba vino. Cuando llegan los romanos a Egipto, estos asumen rápidamente las técnicas de los dos cultivos, así como los procesos de elaboración. Técnicas éstas, que perfeccionan y extienden por todos sus territorios conquistados. Como curiosidad, las milicias romanas exigían a los oficiales raciones de pan y vino por cada día de batalla.

Otros aspectos del cultivos son:
EL TRIGO (Triticum vulgare) es un cultivo herbáceo, un fruto seco con un 15% de humedad y es de fácil conservación. Es más difícil que se pudra dada la humedad.

VID (Vitis vinifera) es un cultivo leñoso, es un fruto en baya con un 85% de agua, es un fruto muy perecedero, que debe ser transformado rápidamente desde su recolección.


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El pan y el vino, un desarrollo paralelo: Introducción.


Ceres, Baco y Cupido. Hans von Aachen
El simple hecho de observar una copa de vino  y un pan sobre la mesa de un comensal no parece que nos ofrezca gran similitud entre ellos, salvo que son alimentos con una larga tradición. Sin embargo, si esa observación la convertimos en una reflexión más detallada, nos daremos cuenta de que existen una serie de aspectos curiosos entre ellos. Estos puntos, en unos casos son similares, en otros complementarios y en algunos se contraponen.

Tanto el trigo y el pan, como la uva y el vino, siempre han estado ligados a nuestra vida, o mejor ellos han creado parte de nuestra cultura mediterránea. Desde el hombre del neolítico (7000-5000 a.C.) hasta nuestro siglo han recorrido un largo camino juntos.

No es, ni mucho menos, mi intención, reflejar en estas líneas tantas aventuras y desventuras sufridas por el pan y el vino a lo largo de su historia. Trataré simplemente de destacar una serie de aspectos interesantes que se observan durante las distintas fase de cultivo y de la elaboración de ambos alimentos.

Iré escribiendo posts sobre este tema periódicamente. Éste es sólo la introducción. Todas ellas están sacadas de una ponencia que realicé en las V Jornadas vitivinícolas de Canarias en el año 2000. He decidido sacarlas del cajón y compartirlas con todos ustedes. Empezaré por el cultivo.
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